The Community Ministry
Weekly Message: Transforming from Good to Great
September 9, 2025
Every consider what it means to be great? When you hear the term great, you may think of a sports athlete or an actor/actress or someone in politics. Many times, wealth and greatness get tied together in some way. Sometimes the thinking can be: “If I am wealthy, I must be great at something.” Early in my business career I was often frustrated by the typical politics you see in organizations. It always seemed that there was someone or sometimes many people who tried to manipulate conditions that made it better for them personally. Often these individuals would “work the system” to find ways to advantage themselves vs accomplish the overall objective. I eventually came across a book that was written by Jim Collins entitled “Good to Great.” This is not a religious book of any kind but was a five-year research project that examined how some companies make a leap from being just good to achieving greatness. These principles were extremely helpful to me in my leadership roles and are not only good ideas, but many were originally laid out in the bible. Over the next two weeks we will look at some of those principles and how we might apply them in our opportunities to lead and accomplish all that God has called us to do.
So how would you define leadership? The dictionary describes leadership as “the action of leading a group of people or an organization.” If you have ever been in any kind of organization, I am sure you have experienced many types of leaders. Most recent classifications of leadership styles separate them into several categories. Authoritarian leaders who hold all decision making at the top and expect followers to just comply. Participative leaders who involve team members in the decision-making process. Delegative leaders who take a “hands-off” approach, giving team members the autonomy to make decisions. Servant leaders who focus on the growth, well-being, and empowerment of their team members. And finally, Pacesetting leaders that set high performance standards by leading from the front. Ever wonder what kind of leadership is most effective? Based on a five-year study of 28 companies, Jim Collins and his research team identified a set of key factors that distinguished the great companies from their less successful counterparts. The central idea of the book is that greatness is not a matter of luck or a single, dramatic event, but rather the result of a deliberate, step-by-step process of building momentum. And momentum is driven by having the right leaders in place.
So, what did these leaders look like? Jim Collins identified these leaders as “Level 5” leaders. A Level 5 leader is ambitious for the organization’s success, not their own, and this selflessness is a core tenet of Christian leadership, which is modeled after Jesus’s example of serving others rather than seeking personal glory. Level 5 leaders are humble, put others before themselves, and continually put the success of the organization ahead of their own personal success. So how much better did the organizations do that had these kinds of leaders in place? Over a 15-year period the companies with Level 5 leaders outperformed comparison companies by 7 times. We not only have examples of this kind of leadership in organizations, but we also see this kind of leadership from the beginning of the New Testament church.
The disciples of Jesus demonstrated Level 5 leadership through a powerful combination of fierce professional will in their mission and profound personal humility. Through the power of the Holy Spirit the disciples were focused on the mission of spreading the Gospel. After Jesus’ ascension, the apostles were single-minded in their purpose of fulfilling the Great Commission. They faced immense persecution, including imprisonment, torture, and eventually martyrdom, but never abandoned their calling. This shows a will that was not self-serving but entirely dedicated to a cause greater than themselves. The Apostles demonstrated Servant Leadership by following Jesus’ example and viewed themselves as servants. Paul, in his letters, repeatedly identified himself as a “servant” or “bondservant” of Christ. The apostles’ stories are filled with moments where they redirect attention and credit away from themselves and toward God. After a lame man was healed, Peter immediately said, “Men of Israel, why are you amazed at this, or why are you staring at us, as though by our own power or godliness we had made him walk? Their humility ensured the focus remained on the source of their power, not on their personal abilities. Have you ever worked for a leader that demonstrated these qualities? How effective were they? Next week we will concluded our look a biblical leadership and how we all can become “Level 5” and Christlike leaders. If you have any questions about how to have faith in Jesus, please get in touch with us as we would be happy to talk with you by calling or texting 305-306-7842. Your friends at The Community Ministry.
The Community Ministry
Mensaje seminal: Transformándose de Bueno a Grande
9 de septiembre de 2025
¿Alguna vez has considerado lo que significa ser grande? Cuando escuchas el término “grande”, quizás piensas en un deportista, un actor o una actriz, o alguien que se dedica a la política. Muchas veces, la riqueza y la grandeza están estrechamente relacionadas. A veces, la idea es: “Si soy rico, debo ser excelente en algo”. Al principio de mi carrera empresarial, me frustraba la típica política que se ve en las organizaciones. Siempre parecía que alguien, o a veces muchas personas, intentaban manipular las condiciones para su propio beneficio. A menudo, estas personas manipulaban el sistema para encontrar maneras de obtener ventajas personales en lugar de lograr el objetivo general. Finalmente, encontré un libro escrito por Jim Collins titulado “De bueno a grande”. No es un libro religioso, sino un proyecto de investigación de cinco años que examinó cómo algunas empresas pasan de ser simplemente buenas a alcanzar la grandeza. Estos principios me fueron extremadamente útiles en mis puestos de liderazgo y no solo son buenas ideas, sino que muchos de ellos se establecieron originalmente en la Biblia. Durante las próximas dos semanas, analizaremos algunos de estos principios y cómo podemos aplicarlos en nuestras oportunidades para liderar y lograr todo lo que Dios nos ha llamado a hacer.
¿Cómo definirías el liderazgo? El diccionario lo describe como “la acción de liderar a un grupo de personas o una organización”. Si alguna vez has trabajado en alguna organización, estoy seguro de que has conocido a muchos tipos de líderes. Las clasificaciones más recientes de estilos de liderazgo los dividen en varias categorías: líderes autoritarios que delegan la toma de decisiones en la cima y esperan que sus seguidores simplemente obedezcan. Líderes participativos que involucran a los miembros del equipo en el proceso de toma de decisiones. Líderes delegativos que adoptan un enfoque de no intervención, dando a los miembros del equipo autonomía para tomar decisiones. Líderes de servicio que se centran en el crecimiento, el bienestar y el empoderamiento de los miembros de su equipo. Y, por último, líderes pioneros que establecen altos estándares de rendimiento liderando desde la vanguardia. ¿Alguna vez te has preguntado qué tipo de liderazgo es el más efectivo? Basándose en un estudio de cinco años de 28 empresas, Jim Collins y su equipo de investigación identificaron un conjunto de factores clave que distinguen a las grandes empresas de sus contrapartes menos exitosas. La idea central del libro es que la grandeza no es cuestión de suerte ni de un evento único y dramático, sino el resultado de un proceso deliberado, paso a paso, de generar impulso. Y ese impulso se logra con los líderes adecuados.
¿Cómo eran estos líderes? Jim Collins los identificó como líderes de “Nivel 5”. Un líder de Nivel 5 ambiciona el éxito de la organización, no el suyo propio, y este altruismo es un principio fundamental del liderazgo cristiano, inspirado en el ejemplo de Jesús de servir a los demás en lugar de buscar la gloria personal. Los líderes de Nivel 5 son humildes, priorizan a los demás y priorizan continuamente el éxito de la organización sobre el suyo propio. ¿Cuánto mejor les fue a las organizaciones que contaban con este tipo de líderes? Durante un período de 15 años, las empresas con líderes de Nivel 5 superaron siete veces a las empresas comparables. No solo tenemos ejemplos de este tipo de liderazgo en las organizaciones, sino que también lo vemos desde los inicios de la iglesia del Nuevo Testamento. Los discípulos de Jesús demostraron un liderazgo de Nivel 5 mediante una poderosa combinación de férrea voluntad profesional en su misión y profunda humildad personal. Mediante el poder del Espíritu Santo, los discípulos se enfocaron en la misión de difundir el Evangelio. Tras la ascensión de Jesús, los apóstoles se mantuvieron firmes en su propósito de cumplir la Gran Comisión. Enfrentaron una inmensa persecución, incluyendo encarcelamiento, tortura y, finalmente, martirio, pero nunca abandonaron su llamado. Esto demuestra una voluntad que no era egoísta, sino que estaba completamente dedicada a una causa mayor que ellos mismos. Los apóstoles demostraron un liderazgo de servicio al seguir el ejemplo de Jesús y considerarse siervos. Pablo, en sus cartas, se identificó repetidamente como un “siervo” o “siervo” de Cristo. Las historias de los apóstoles están llenas de momentos en los que redirigen la atención y el crédito de sí mismos a Dios. Después de que un hombre cojo fue sanado, Pedro dijo inmediatamente: “Israelitas, ¿por qué se asombran de esto? ¿Por qué nos miran fijamente, como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar?”. Su humildad permitió que la atención se centrara en la fuente de su poder, no en sus habilidades personales. ¿Han trabajado alguna vez para un líder que demostrara estas cualidades? ¿Cuán efectivos fueron? La próxima semana concluiremos nuestro análisis del liderazgo bíblico y cómo todos podemos convertirnos en líderes de “Nivel 5” y semejantes a Cristo. Si tienen alguna pregunta sobre cómo tener fe en Jesús, contáctennos; con gusto hablaremos con ustedes llamando o enviando un mensaje de texto al 305-306-7842. Sus amigos del Ministerio Comunitario.
